Con la salsa boloñesa pasa un poco como con la tortilla de patatas: cada cocinero tiene su versión, sus trucos y sus costumbres. Que si unos usan tomates maduros y otros, triturado de bote. Hay quien prefiere regar la carne con vino blanco y quien usa tinto. También están los que añaden un poco de panceta, caldo de carne e incluso leche (la receta tradicional italiana así lo indica).
Pero hay una serie de errores que harán que tu salsa boloñesa pierda toda la gracia o que acabe en el cubo de la basura. ¿Quieres evitarlos? Pues sigue leyendo.
1. El corte de la carne
Para preparar una auténtica salsa boloñesa, es necesario usar tanto carne de ternera como de cerdo, a partes iguales o en proporción 3:2. Y nada de carnes magras, elige cortes que tengan algo de grasa. Incluso se puede añadir una pequeña cantidad de panceta para conseguir una salsa más jugosa.
2. ¿Sólo con cebolla?
He visto pseudo boloñesas en las que la carne y el tomate no tienen más compañía que un triste trozo de cebolla o peor aún, ni eso. Y no me vengas con lo de que a tí no te gustan las verduras. Si quieres una salsa boloñesa en condiciones, un sofrito de cebolla, zanahoria y apio es fundamental.
3. Verduras en trozos grandes
Ahora que ya hemos aclarado qué verduras son necesarias, vamos a ver cómo prepararlas. Hay que picar la cebolla, el apio y la zanahoria en trozos regulares y sobre todo pequeños. Las verduras no deberían ser más grandes que los trozos de carne picada.
4. Cocinar a fuego alto
La auténtica salsa boloñesa se cocina a fuego lento y cuanto más tiempo mejor. El tiempo mínimo de cocción es de 40 minutos pero las mammas italianas pueden tenerla al fuego hasta 2 horas. Eso sí, a fuego muy muy bajo y vigilando de vez en cuando que la salsa no se quede sin líquido.
5. Cuidado con la sal
Cuanto más tiempo cocines tu salsa boloñesa, más reducirá su volumen y más intenso será su sabor. Lo mejor es empezar salando muy poco, que siempre hay tiempo de ajustar al final.
