Comienza colocando las setas en un cuenco con agua templada. Deja que se rehidraten durante 10 minutos. Escúrrelas, pasa el líquido por un colador y resérvalo.
En un cazo, prepara una bechamel. Para ello, derrite 15 g de mantequilla con una cucharadita de aceite y tuesta en ella la harina. Añade poco a poco y sin dejar de remover la leche y el líquido en el que has rehidratado las setas. Cuando la bechamel haya espesado ligeramente, apaga el fuego.
Pica la cebolleta y sofríela en una sartén con una cucharada de aceite. Añade las setas troceadas y el tomillo.
Cuece la pasta en una olla con agua y un puñadito de sal gorda. Escúrrela y mézclala con el sofrito de setas y cebolleta y la bechamel.
Vierte la mezcla en una fuente apta para el horno, alternando con la mozzarella troceada. Espolvorea con el parmesano rallado y el resto de la mantequilla en trocitos. Cuece en el horno a 180º durante 15 minutos, encendiendo el grill los últimos 5 minutos.