Pela las zanahorias y lávalas junto con el pimiento y el calabacín. Pela también la cebolleta. Corta todas las verduras en tiras.

Pon una olla con agua a hervir.

Echa dos cucharadas de aceite en una sartén honda o, mejor aún, en un wok y enciende el fuego. Añade las verduras por orden: primero la cebolleta, luego el pimiento, la zanahoria y por último el calabacín, esperando a que se cocinen un poco antes de añadir la siguiente. 

Riega con un buen chorro de salsa de soja y, si tienes, con una cucharada de aceite de sésamo. Deja que se cocine todo junto, teniendo en cuenta que las verduras tienen que quedar más bien firmes.

Cuece los tallarines en el agua hirviendo, según las indicaciones del fabricante. Cuando haya pasado el tiempo indicado en el paquete, escúrrelos e incorpóralos a la sartén con las verduras.

Saltea todo junto a fuego medio-alto durante unos minutos y sirve.